Cascanueces de toda la vida ...
Llevo varios días componiendo este
collage tipo
'Informe Semanal' y no soy capaz de cerrarlo porque cada día se añade
más leña al fuego. Hoy, día de san Juan Bautista, el fuego ha alcanzado
una altura peligrosa. Este santo, bisagra entre dos épocas, murió por
anunciar la Verdad. Y aquí tenemos un signo providencial de lo que nos
toca hacer en este momento histórico de cambio: ser testigos a pesar del
riesgo.
Desde el asombroso cambio político que nos impuso
una sentencia judicial más que dudosa, vengo intentando ordenar mis ideas sobre
lo ocurrido, con mucho esfuerzo.
A los medios, todos sin
excepción, se les puede recordar el refrán "Dime de qué presumes y te
diré de qué careces" a propósito del tratamiento que le dan a la
corrupción. Todos se rasgan las vestiduras en ese tema y, sin embargo,
tendrían que aplicarse el "Antes de sacar la paja del ojo ajeno sácate
la viga del tuyo". La corrupción no es un hecho que tenga dueños, es un
rasgo estructural de nuestro momento histórico, que va a más en
proporción al alejamiento del Derecho Natural (el que emana de una
Creación intencionadamente buena). Esa contaminación que lo invade todo
no deja de crecer, ahogándonos. Y ciertamente, es una emergencia social
reponer los fundamentos antropológicos que la contengan.
Las palabras anteriores, introducción a la crónica que voy a presentar, me han sido sugeridas por la portada que ha escogido hoy el
abc en su edición dominical en papel:
La
alucinante desfachatez del decano de los diarios españoles al suprimir
la figura de la candidata favorita de ocho millones de españoles,
constituye una afrenta mayúscula al orden moral de nuestra sociedad.
Supone una vuelta de tuerca más en el peligrosísimo experimento de
ingenieria social que desde hace unos años incide en España con especial
virulencia. Hoy se nos ha inoculado una dosis 'bestial' de mal humor, de resentimiento. Esta
portada es un auténtico ataque de ingeniería química-social.
La
cABCera ha debido pensar: "Se están poniendo las cosas muy mal en
España, no somos capaces de acabar limpiamente con esta raza casposa y
antipática; siguen empeñados en lo suyo. Pues bien, enfrentémoslos unos
contra otros a muerte; despreciemos a la mitad de ellos para que se
maten entre sí. Ninguneemos a Soraya, que es la favorita de ocho millones
de votantes; y así, de un golpe, habremos inyectado suficiente odio en
cada uno de ellos para que no haya marcha atrás. Cuando ya se empiecen a
dejar llevar por sus pasiones caerán directamente en las manos de
nuestra justicia. Los silenciaremos para siempre."
Desde el
momento en que sucedió el brutal derribo del último gobierno legítimo de
España he visto las fauces del lobo abiertas y babeantes, y por eso mi
primer artículo en este blog en esa nueva etapa, fue avisando a los españoles de buena fe
del peligro de dejar entrar odio en sus corazones. Escribí un texto
conciliador, constructivo y esperanzado. Y luego redacté otros seis
intentando iluminar lo que había pasado y lo que estaba por venir.
Pero
hoy es urgente volver a recordar lo del principio: que es posible -y ya
necesario- luchar sin odiar; y que sólo con esta disposición
garantizaremos la victoria.
A los católicos les recomiendo un
mayor esfuerzo en el adiestramiento de las armas de la luz, las que el
Evangelio nos indica: Penitencia (pero sin buscarla, ya que tal como
están las cosas basta y sobra con aceptar la que la vida nos propone),
vida piadosa -ajustarse a la verdad, que es que todos somos hermanos,
hijos del mismo Padre, y actuar en consecuencia- y oración -diálogo con
Dios, que está vivo.
Y una vez hecho este AVISO URGENTE DE NO
ODIAR, dejo para la reflexión lo que he venido escribiendo todos estos
días (a partir de un texto antiguo sobre el nuevo político de moda que
viste de naranja).
La filosofía nació ligada al ocio de
los que tenían esclavos y está a punto de morir porque se ha vuelto
respondona y ahora les echa en cara a los ociosos su egoísmo. Pero su
agonía está siendo lenta y los aspavientos de los médicos les siguen a
sus estertores sin conseguir reanimarla.
A comienzos del siglo
pasado, Ortega y Gasset, el gran filósofo de la cultura, se adelantaba a
identificar el caos presente, ya alumbrado en su época, como el paso a
otra era cultural, superadora de la modernidad inaugurada por Galileo. Y
él se veía a sí mismo como el adalid de un nuevo conocimiento, que
llamó el 'galileísmo de la historia', según el cual, por la
racionalización analítica de las etapas del decurso histórico, se
alcanzaría un estado de civilización más perfecto. Pero, curiosamente,
la generación del 56, que nace en un acto universitario de homenaje
póstumo al filósofo, proclama de sí misma su profundo sentimiento de
orfandad intelectual. Y esto pasará a la historia como una metáfora de
que la nueva era de que hablaba Ortega y que está al llegar, no ha de
venir por la exacerbación de las potencias intelectuales, sino por una
vía
más cálida.
En
realidad, hoy en día, más que matar a la filosofía, se le quiere dar la
vuelta, hacer que la verdad contradiga a la verdad -vanidad de
vanidades, gran quimera. A base de marear al personal se está
consiguiendo que diga 'amén' a todo. Pero no será por mucho tiempo. Los
ricos, ¡los pobres!, tienen mucho trabajo sometiendo a la razón, que se
les resiste; pero avanzan. Y en España casi han conseguido que los
líderes sean iletrados. De cuatro sólo faltaba uno, Rajoy, un cerebrín, un rara avis que
aún creía en los libros y al que se acaban de cargar. Si consiguen
ahora sustituírlo por uno de los suyos, ya tendrán a España entera a
raya (cuando no a rayas).
Volviendo
al diagnóstico de nuestra civilización, muchos, como Rémi Brague del
que se habla hoy en FB, hilan muy fino pero al final se les escapa una
puntada sin hilo. La razón de esa impotencia para "cuadrar" el
diagnóstico es que la actual confusión no obedece a razones alcanzables
por la inteligencia humana. Al menos por ahora. Hemos llegado a una
situación endiabladamente compleja porque ha sido engendrada por las
potencias del mal, o sea, por una inteligencia abrumadoramente superior a
la humana (analógicamente al crecimiento de un árbol, el pensamiento perverso y estéril tendría sus raíces en el padre de la mentira, el diablo, y sus ramas guardarían parentesco entre sí, siendo posible, aunque improbable -ars longa, vita brevis- rastrear el error a lo largo de la historia). Sí, los actos de cada persona en este momento, son movidos o bien por una fuerza que
lleva al orden y al bien, o por otra que promueve todo lo contrario; no hay
actos neutros en la cuenta de resultados. Si esto les asombra -y es lo
normal- al menos no se escandalicen. Porque si están de acuerdo en que
'tiene que haber algo', o en que 'no es lo mismo ocho que ochenta', o
que 'matar no está bien', pueden estar de acuerdo en que todos nuestros
actos tienen un signo, que están empapados de una ética que nos va
marcando el camino, y que si esto es así, no es de extrañar que el haber
ido descuidando el 'etiquetado de nuestros productos personales'
-aunque el contagio social sea un atenuante- haya traído funestas
consecuencias sociales.
Suele
suceder en los accidentes o errores humanos que la causa es una suma de
pequeños fallos de muchos, que se encadenan fatalmente para ocasionar
un drama. Pues así sucede también en las sociedades. El entramado de
miserias causa muertes al final de la cadena.
No
me arredro al afirmar rotundamente que la superación de los actuales
problemas de nuestras sociedades modernas vendrán por la vía de dar voz a
los médicos de las almas. Que no se puede esperar una regeneración
social, ni de ningún partido, por vía de la inteligencia -sea
artificial, emocional, potencial, múltiple o del tipo que sea. Que la
vigorización del tejido social solamente tendrá lugar por medio de la
recreación de una cultura de la verdad. Y que por la dificultad que esto
encierra, sólo acontecerá por la vía de la sencillez, del amor y de la fe en
Dios, Padre Bueno.
CRÓNICA DE UNA SEMANA NEGRA
D.
Pedro Sánchez es ya el nuevo Presidente del Gobierno. El cómo, por qué,
para qué y hasta cuándo no son ahora las preguntas adecuadas. La que
conviene hacerse, mirando cada cual a su corazón, es si hay odio en él.
Porque el odio es nuestro principal enemigo.
El
primer domingo después de la Moción relataba un columnista de ABC sus
tres asombros de esa semana: Que los políticos no supieran nada del caso
Gürtel con la de información minuciosa que se había dado durante meses;
que los dos magistrados que dieron el fallo, o el otro de la terna al que excluyeron por criticarlo (el periodista "no lo recuerda"), hubieran establecido que el PP era inocente y sólo culpable de
beneficiarse sin saberlo, y que eso mereciera una moción al gobierno; y que las
penas a Correa y a Rosalía se castigaran como abyectos crímenes.
Asombrosos hechos, ciertamente, tan opacos como sus causas.
Esas tres sorpresas del columnista son sospechosas -ahí hay gato encerrado.
En la primera sorpresa, el periodista no dice la verdad, pues en ese mismo diario en que él escribe, en todo el mes anterior a la sentencia sólo
aparece una noticia sobre el caso Gürtel: Correa, Crespo, Costa y El
Bigotes -convictos por Fitur- obtenían rebajas de liquidación en el
capítulo de la caja b de Valencia por confesar o reconocer. Y de seguir
así en los restantes juicios (caja b general, Aena, Jeréz y Boadilla) "iba todo a mejorar". Y con esa esperanzadora actualización del conocido caso,
resulta que a las dos semanas revienta un Gürtel bestial no anunciado: el de
Majadahonda y Pozuelo, con 1650 páginas de expediente. ¿Qué se
supone entonces que tenían que saber con tanta claridad nuestros representantes
sobre este viscoso y multicéfalo caso?
Segundo:
Leyendo los detalles del fallo -poco más de una página-, nos enteramos
de que el juez Hurtado censuró a sus dos colegas el haber desvirtuado la
sentencia con la Introducción, al decir que "queda probada una
sistemática y eficaz trama de financiación ilegal en el PP", siendo que
el fallo reconoce expresamente que el PP desconocía la procedencia
ilícita de unos dineros que recibió.
¡Qué escándalo que esta flagrante adulteración de la justicia haya
sido silenciada y reducido su eco a tres líneas perdidas a mitad de un
comentario sobre una foto de Rajoy capitulando!
Y
tercero: Contrastan los 51 años a Correa con su rebaja de dos tercios
-de 21 a 7- anunciada quince días antes por haber confesado lo de
Valencia.
Pero ¿paga el ABC a sus periodistas por asombrarse o por investigar y contar la realidad? Lo
sucedido en esa semana, en el marco de la feroz campaña de descrédito del
Presidente Rajoy, iniciada con furia por La Gaceta y continuada con igual
inquina por el ABC, aporta pistas suficientes para no quedarse
tranquilo con la versión oficial de lo que ha pasado. Rebobinando:
*24 de Enero: Rajoy tiene encarrilada la aprobación de los Presupuestos y con ello la legislatura.
*25 de Enero: Novedad en el juicio oral. Costa delata.
Editorial del ABC: La confesión de Costa...es grave. Las condenas que pueden derivarse de esta confesión no sólo serán ajustadas a "Derecho" sino
que serán imprescindibles para la regeneración de nuestros partidos y
para la superación de los muchos abusos y delitos cometidos con su
financiación. Así se pone en marcha la cuenta atrás para la detonación del bombazo-Gürtel. La cABCera
"adivina" con 4 meses de anticipación el mazazo al PP. (Y en contra de la
opinión de los expertos lo justifica diciendo que la reeducación moral
se consigue con el paloytentetieso.)
*9 de mayo:
Se nos tranquiliza informando de la rebaja que aplica fiscalía al Gürtel-Valencia y el cambio de rumbo que supone para los distintos bloques del
caso que aun quedan por juzgar (los menciona todos ¡excepto el de
Majadahonda-Pozuelo!). Simultáneamente se nos da a conocer el fallo del Supremo
confirmando las penas de Fitur, y que el Bigotes, molesto por ello, dejará de colaborar. Además, en una columna de opinión, se
afirma que la difusión de estos detalles del caso va a servir sólo para
confundir a la opinión pública. ¡Y que lo digan!
*25 de mayo: Sentencia-Bombazo del Gürtel-Pozuelo (el Bigotes, absuelto).
*26 de mayo: Moción de Censura Regeneradora.
*3 de junio: Gobierno-pastiche aclamado en la cABCera y en todos sus satélites a bombo y platillo.
*12 de junio:
Sentencia del Gürtel-Valencia, según lo anticipado en enero: Cuatro
años a Costa por "confesar" que Camps tuvo la culpa de todo (y éste, a
día de hoy, 23 de junio, no ha sido acusado).
*24 de junio: En portada, ataque químico a España: el ABC inyecta odio ninguneando a Soraya y a ocho millones de electores.
Las
tres últimas elecciones generales las ganó el PP de Rajoy contra
pronóstico y con una fuerte propaganda en contra. Lo votaron una mayoría
de españoles que no eran ni más tontos, ni más soberbios, ni más
corruptos, ni más fanáticos que el resto, sino gente corriente que
eligió el mal menor.
La
mayor parte de la corrupción -de unos y de otros pero mucho mas del PP-
ya había salido a la luz para desestabilizar a Rajoy y aún así, la
gente votó al PP. Hay una herencia en España que molesta a muchos: una
forma de vida que implica conocimiento y virtudes y que nos previene del
engaño y la impostura.
Aunque
nos machacaron con la necesidad de una regeneración, el pueblo sabio no
ignora que en el mundo sólo hay dos tipos de personas: los cuasi santos
y los que se doblan ante el dinero; sabe también que de los primeros
hay muy pocos y que, salvo honrosas excepciones, no suelen meterse a
políticos. Y por esto no fue posible hacernos creer que de pronto iba a
venir menganito a limpiarlo todo. Antes al contrario, sólo están
dispuestos a creer eso los que a cambio sacan tajada.
Y
volviendo al PP. Una palmaria injusticia le arrebató el derecho a
gobernar. Y otra no menos sangrante le privó de expresar su indignación
en los medios de comunicación (vuelvo a decir que es urgente regular los
derechos y obligaciones de éstos y su carácter de servicio público).
Ese silenciamiento actuó en complicidad con un proyecto político que no
entiende de siglas sino única y exclusivamente del interés propio.
Blog del domingo 27 de mayo, aún fresca la tinta con la que se firmó la conMOCIÓN
Como una metáfora de la actualidad, aparecen hoy en la portada de La Nueva España unos jóvenes
"cogiendo olas" en un mar contaminado por aguas fecales, y a su lado
una foto de Montoro en "Busca y Captura", acusado de dañar a la economía
asturiana.
La
cloaca Gürtel ha reventado violentamente para acabar con España; y sus
oleadas de detritus ya están cubriendo a los miembros del gobierno.
Todo
se precipitó con la llegada del milenio. El siglo XX vino trufado de
dolor y lucha. Cansados de andar, los listos de turno buscaron un atajo:
les dieron cancha a unos locos y usaron su locura destructiva para
hacerse con los mandos de la nave, "por seguridad". Y a partir de ahí,
desde la ventajosa posición de tener el telemando en sus manos, nos preparan una faena tras otra, a ver si tiramos de una vez la toalla de la virtud...
Me da arcadas, pero tengo que tragármelo, ese rancho amargo de LaPrensa diaria.
Pasa algo en mi calle y soy testigo; llego a mi casa, lo leo en
Internet y me repugna: pero ¿qué me estáis contando? Y así, día tras
día.
La
gran noticia de la aprobación de los Presupuestos nos llegó
desfigurada. En vez de grandes titulares aparecieron en las portadas
comentarios casuales, como si el despliegue principal ya hubiera tenido
lugar días atrás y al presente sólo tocara comentarlo. Ese modo
sibilino de informar lo había inaugurado la Gaceta y ahora es fielmente
seguido por la cABCera informativa -viscosaurio policéfalo mutante. Ésta
es como una hoguera voraz que arrasa con todo, verdades y mentiras,
virtudes o vicios; subsidiaria de las calderas de Pedro Botero, nada la
frena en su siniestra misión de agotar las energías de esta parte de la
humanidad que lucha por su vida en España. Cuando decae la temperatura
de su horno, aguijonea a los balrog de turno para avivar las llamas de nuevo y tener contento a Melkor.
Hace cuatro años, esa legión de sicarios persiguió a Rajoy con saña, pero él, de tierra de meigas y
bien aplomado, resistió sus ataques y consiguió zafarse de todas sus
emboscadas. En aquella ofensiva, que pretendía desollarle a él y desolar
el país, exhibieron su fuerza los espectros del anillo,
significándose dos de entre ellos, que hicieron alianza: los Riveránchez
y Sanchivera. Su siniestra pinza estuvo a punto de desbaratar todo lo
que con tanto esfuerzo sumaron generaciones de españoles, y sólo el
conjunto de virtudes de nuestro lider y la sensatez del pueblo consiguió
salvarnos del desastre.
Al
día siguiente de la aprobación de los Presupuestos, con la misma
sordina informativa, escuchamos a través de las ondas las respuestas de
un Presidente gris a las preguntas de un divo de la radio. Por la exigua
cuota de presencia de Rajoy en los medios, aquella entrevista nos hizo
pensar a algunos que el trabajo esforzado del ejecutivo iba por fin a
ser más valorado. Pero ¡ay! qué pronto vino, y qué grande fue el
desengaño. Apenas unas horas más tarde, el formidable golpe al PP de la
espada de la justicia nos robó el aliento, y los débiles ecos de la
mortecina charla radiofónica acrecentaron aún más la pena y la
preocupación por el futuro de España.
El
bando azul perdía alfiles, caballos y peones, y el rey quedaba en
jaque. En un sobre naranja, lacrado en rojo, se ponían condiciones:
Dimisión de Rajoy o guerra a muerte al PP.
Al
día siguiente se anotaba en el Registro de las Cortes una Moción de
Censura al Gobierno. Las rotativas de la cABCera echaban humo con
furiosas acusaciones al Presidente y con aparatosos gestos de
indignación. Los espectrales Riveránchez y Sanchivera se lanzaban de
nuevo a la conquista de la Corona Católica de la Tierra Media. Con sus
espuelas chorreando sangre, cabalgaban ya por la llanura enarbolando los
pabellones del odio y azuzando a las hordas de orcos despiadados.
La
angustia de aquel año y medio sin gobierno en España, hostigados desde
afuera y desde dentro por rabiosas jaurías invisibles, ha vuelto a
retorcer mis entrañas. Las afrentas a nuestra convivencia que encabezó
Rivera con su obsceno oportunismo, y las tensiones con que nos acogotó
Sánchez con su insidiosa terquedad, están aún demasiado vivas como para
olvidarlas. ¿Qué escondían entonces sus mentes y qué les hace ahora
tener la desfachatez de mostrarse como paladines de la justicia?
Llevo
ocho años poniéndome en riesgo denunciando faltas de la administración y
he sabido de primera mano que la justicia española deja mucho que
desear. Y por eso me pregunto ¿a quién le conviene que se dé por buena
la demoledora sentencia del caso Gürtel? ¿Quién y por qué nos quiere
hacer creer que la financiación irregular de los partidos es el más
execrable crimen imaginable?
Para
empezar, no conocemos su contenido. Cada cual es libre de confiar en
quien le parezca pero, mirándolo objetivamente, la situación de la
justicia es más bien para dudar, ya que los propios que tienen esa
encomienda se han echado a la calle para protestar por las presiones que
les impiden ejercerla con libertad y por su falta de medios. No tenemos
ninguna seguridad de que se trate de una sentencia justa. El ex-edil de
la supuesta trama que "cantó" y "disparó el caso", apareció en la
cABCera avalando el juicio, como argumento concluyente de la limpieza
del proceso, en un nuevo acto de desprecio al recto entendimiento del
pueblo soberano.
Qué
hay de las pistas seguidas, de las tramas urdidas y de las personas
involucradas en ellas; qué hechos resultaron probados y con qué datos;
qué investigadores inteligentes ataron tan bien los cabos que lograron
cazar a tan avezados granujas; ¿qué pasó, por ejemplo, con Cospedal, a
la que al poco de sentarse en Fuensalida puso Bárcenas contra las
cuerdas y desde entonces subió tanto? Y, en fin, ¿dónde está toda esa
información precisa que se ofrece a un pueblo culto y responsable para
blindarlo frente a la mentira?
Pensando
en esas cosas no puedo evitar recordar que con el atentado de Atocha,
tres días antes de unas elecciones generales, pasó el gobierno de las
manos del PP a una minoría exigua del PSOE. Muchos expertos calificaron
la campaña informativa de aquella época como una de las mayores
manipulaciones mediáticas de la historia... y el modo de hacer política
cambió desde entonces una barbaridad.
En
esta ocasión, el conocimiento detallado del fallo judicial se trocó por
arte de birlibirloque en el debate sobre la sustitución de Rajoy. Y
hubo que tragárselo. Es urgente abordar la regulación de los derechos y
deberes de la industria de lo que se publica; porque los
intereses de algunos nos salen carísimos a la mayoría, sobre todo a la
mayoría que quiere vivir honradamente de su trabajo. No sólo por la
ignorancia a que nos abocan los sesgos informativos, sino por las
ingentes pérdidas que nos suponen los caminos errados por los que nos
conducen. Antesdeayer se conoció el fallo, unas horas más tarde la
Moción; ayer se nos pasó en blanco con la final del Madrid, y hoy nos
despertamos con la cara de Feijóo en las portadas de la cABCera.
Impresentable.
Los magnates de LaPrensa toman
el ruedo ibérico como si fuera su corralito y está claro que no nos
quieren, que son enemigos de la España de bien y orden, de Rajoy ... y
de los que quieren enterarse de las cosas. Con la excusa de esa
sentencia les faltó tiempo para poner a sus voceros a clamar al cielo,
como si el cielo les importara mucho. Unos del PP roban en Pernambuco y se levanta un monumental tsunami a las puertas de la Moncloa.
Y
si resultara probado que el PP sufragaba sus campañas con dinero negro o
de dudosa procedencia, qué tendría eso de nuevo -a parte de que sea
punible. ¿No hacen todos lo mismo? ¿Cómo se sufragan C's y Z's? En la
Fundación Fíate llevamos cinco años pidiendo a las autoridades un local
para atender a alumnos con dificultades y aún no nos lo han concedido;
desde su presentación oficial, en que hubo foto y promesas, ni un
renglón en los periódicos, ni un minuto en las ondas. En cambio Cs abre
vistosos locales en buenas zonas de las ciudades, aparece triunfalmente
en los medios un día sí y otro también, le dan permiso en los
ayuntamientos -tal y como el nuestro- para sacar módulos de oficinas a
los paseos y hacerse cercano a los ciudadanos... ¿con qué paga esa
imagen tan honorable un partido que dio a conocer a su líder posando
desnudo con una mano delante y otra detrás, y que no ha dado a España
hasta ahora más que problemas?
El mensaje que nos lanza LaPrensa es que el PP es agua estancada que no deja que otras más claras (sanchece's)
fluyan libremente. Sin embargo, entre la gente corriente se tiene la
opinión de que, en cuanto a honradez, todos los políticos son parecidos;
y que claro que hace falta más limpieza pero ¿de dónde va a salir?.
Los
medios insisten en que la clave está en un cambio de Presidente.
Sustituyendo "la cara rancia" de Rajoy por la de Sánchez,
Feijó-o-su-suplente, o Rivera, se solucionaría el problema. La pega es
que, como la ética no es cosa de apariencias, es muy probable que
pasados unos meses estuviéramos peor que antes. Si el fin de la moción
fuera "hacer limpieza", se me plantea una duda: Imaginemos que se quedan
solas en la Tierra, con todos sus recursos actuales, unas cuantas
parejas cultas y bien avenidas ¿se acabaría el engaño? Decir que sí
sería afirmar que el problema es económico, y decir que no nos metería
en filosofías. Extrapolando, el mal de España sería o bien económico o
bien educativo, pero en ningún caso de la pinta del Presidente. La
cuestión es que al actual ocupante de la Moncloa le casan bastante bien
las cuentas y al mismo tiempo piensa que la educación es importante. Y
ésta es la clave de por qué Rajoy resulta inconveniente para LaPrensa.
Cohabitando
en un mundo limitado, a todos nos afecta la tensión entre el bien común
-el Bien- y el bien individual; y cuanto más escaseen los recursos, más
nos afecta. Los peces grandes confían en su dinero y no piensan en
gastárselo en la educación de los peces chicos (no fuera a ser que esa
jugada también les reportara beneficios y su vida cambiara). Ellos, los
grandes, mandan en los partidos -los costean y los manejan- y en los
países, o casi; y sólo aceptan que se hable del bien común para
garantizarse su bien particular. ¿Quién es el guapo que se va a atrever a
chistarles? Esta es la pregunta del millón, o sea, ¿cómo cambiar al ser
humano? Ahí es nada. Que no nos vengan con milongas de marcas de partido agotadas, de
presidentes no creíbles o de guapos con nuevos aires. Si tú, querido
lector, echas de menos un cambio, hay alternativas (puedes leer este
verano mi libro La Brisa del Alcázar, por ejemplo, y te aseguro
que además de entretenerte te sacará de la rutina) pero en ningún caso
te recomiendo que busques la solución en Cs o la esperes de un cambio en
el PP.
¿Cambio
de qué? Rajoy ha demostrando ser un líder de pies a cabeza. Ha
aguantado carros y carretas, llevando el timón en el período más confuso
y convulso de toda la historia de nuestra joven democracia. Los
problemas del país no vienen de él ni de su partido; son los problemas
de la vida, de ese interrogante que nos cuelgan al nacer: y yo ¿qué
hago? ¿por dónde voy, de quién me fío? ¿es lícito robar, odiar, matar?
¿hay futuro para mis hijos? y, finalmente, ¿tengo que votar al que me
promete el oro... o es más cierto que si siembro con lágrimas cosecharé
entre cantares?
Antes de este ciclón mediático -o más bien ciscón cismático- llevábamos
muchos días de sequía informativa y de pronto las pantallas se
cubrieron de maleza y se hizo imposible distinguir nada, salvo el balón
de fútbol. ¡Basta ya! ¡No somos tontos! Esta situación reúne, a la luz
de la reciente historia, indicios suficientes para considerar que sigue
en marcha un serio intento de desestabilizar a España. Dar por hecho,
sin que se conozcan sus términos, que la sentencia Gürtel justifica un
cambio de gobierno u otras elecciones es un acto de encubrimiento de una
acción bastarda y hay que pedirle responsabilidades a LaPrensa. Y
pasar por alto, como si fuera cosa del "postureo", el rasgado de
vestiduras de Riveránchez, es taparse la cara para no ver la verdad: que
esos líderes son en realidad títeres que buscan tomar el país para
instaurar en él un régimen que premia la villanía y castiga la
honestidad.
¿Queremos
una España virtual - la que nos cuenten- o la España virtuosa que no
hace ruido pero con la que siempre puedes contar? A vueltas con el himno
español, los que amamos la España generosa y sincera, tenemos la
obligación de cantar bien alto los versos primero y último -al menos- de
la letra más conocida de la Marcha Granadera: ¡Viva España! ... de
trabajo y paz.
Ciudadano Kaín; 19 de enero de 2017 (Se usó esta entrada como punto de partida para redactar Con-Moción)
Lagaceta
de Interesonomía se quemó en este último año desestabilizando el país y
antes de dar el portazo le pasó los trastos de matar al KBC, que,
además de ser el decano, ha pasado a ser también la cABCera de los
diarios españoles.
Trastornado
está con tanto poderío y, en vez de informar y formar, que es lo suyo,
se dedica a promocionar personajes secundarios.
Es el caso de Rivera, que fue la perla de Interesonomía y ahora es el KBC el que le da jabón.
Rivera
y Lagaceta, justo desde antes de las autonómicas del 2015, empezaron a
ensañarse con Rajoy. Que éste aguantase el chaparrón y saliera
fortalecido fue sólo gracias a Dios y a que vivimos en un país bastante
civilizado.
Recuerden
que cuando el de C’s vio que no podía acabar tan fácilmente con la
España de raíz cristiana, se cambió de chaqueta sin ningún pudor; al fin
y al cabo, qué podía importarle eso al que subió al poder posando
desnudo.
En
su bajeza, aprovechándose de la triste y casi dramática coyuntura del
país, le dio cobertura a Rajoy como si de un gesto magnánimo se tratara y
Lagaceta no perdía ocasión de sacarle en portada estirado y
perdonándole la vida al Presidente. ¡Qué ruines!
Después,
en medio de la desolación del PSOE, se atrevió a insultar a España
diciéndoles a los socialistas que habían entregado el gobierno a Rajoy
sin sacar ninguna tajada a cambio.
Hoy
he leído en el KBC un elaboradísimo artículo sobre Rivera donde decía
que “desde el primer momento ha respetado el derecho del Presidente a
elegir su gabinete”, pero qué arrogancia ¡faltaría más! Y le marcaba a
Rajoy los pasos precisos que tenía que seguir si no quería perder su
apoyo.
Sí,
señoras y señores, el KBC, desnortado, vería muy bien un gobierno
presidido por este joven que, pensando que va a vivir tan bien como
hasta ahora eternamente, anda buscando por todos los medios legalizar la
EUTANASIA (hoy -junio del 18- vemos que el perverso Melkor quitó este
crucial asunto a Rivera y va a ser sánchez quien lo ejecute) y el mando
único digital “para acabar con los problemas”.
El
que siempre fue un diario conservador se ha transformado, o
“travestido”, y ahora propugna lo contrario, esto es, acabar cuanto
antes con todo lo que signifique continuidad, tradición, respeto,
sentido común…
Otro
personaje secundario al que el KBC da trato de diva es la señora
Esperanza Aguirre. Ésa que, sin dar ninguna explicación, dejó la
política recién llegada en los brazos del PP a la Presidencia de la
Comunidad madrileña y sin haber hecho por ésta nada (excepto firmar el
decreto de defunción de la honradez y la decencia en dicha comunidad al
contratar con un magnate del sector del vicio legalizado la implantación
en Madrid de una ciudad del ocio tipo Las Vegas; menos mal que luego se
vio que electoralmente no era rentable).
Esa señora disgustó a propios y extraños cuando meses después de su mutis por el foro regresó como
si nada hubiera pasado y con las pretensiones de mando de siempre (en
aquel momento el “mega-negocio del ocio” ya se había chafado).
Anda
ahora dando lecciones a Rajoy donde quieran escucharla –y hay quienes
ven ganancia en hacerlo. Y cuando interviene en uno de esos foros a su
medida, siempre tienen sus palabras elegante eco mediático en el KBC.
Sabe
mucho ese diario de distinguidas personalidades, que toda la vida le
fueron muy cercanas, y todo ese saber lo vierte espléndidamente en
encumbrar a este tipo de personajes polémicos y retorcidos. Un capítulo
aparte merece la épica que antes Lagaceta y ahora el KBC vienen
construyendo en torno a la figura más que mediocre de Pablo Iglesias.
Porque ya se sabe, "divide y vencerás".
Se
lo tienen muy creído los amos de la prensa; se figuran que pueden
entrar y salir y trastear en nuestras cabezas cómo y cuando quieran y
“poner y quitar reyes” a su antojo. Conseguirán engañar a muchos, no hay
duda, pero sus maniobras no podrán cambiar el final de la historia.
Aunque tengamos que sufrir, la verdad vencerá; porque la verdad padece
pero no perece. Un cordial saludo.